Festejen uruguayos, festejen!!! El eternamente inspirado armenio ramplense vuelve a hacer de las suyas con un combo genial: Biografía Polatiana y El hombre más ocupado del mundo...
El presente homenaje exime de mayores preludios. Se trata de un sujeto que encarna a la perfección el modelo del buen padre de familia, la mera liberalidad del bienhechor, un hombre que al igual que Jesús no fue profeta en su propia tierra, pero a diferencia de aquel, tampoco lo fue en ningún otro lado (juego conceptual propiedad de Diego M.). Esta biografía debió corresponder al mes que dedicásemos a su persona, el cual pasó sin pena ni gloria (casi al igual que el susodicho por la Facultad de Derecho) pero por motivos de fuerza mayor (causa extraña no imputable, como sabrán) no pude realizarla. A continuación, la biografía del queridísimo Javi P.
Su carácter comenzó a moldearse con su primer fetiche, “Decalegrón”, hecho que repercutirá funestamente en la comicidad contemporánea y en los oídos de quienes lo escuchamos. Así es que se dieron situaciones como la siguiente:
Madre de Javi_ Javi, ¿donde estuviste toda la mañana?
Javi_ Fui a la Iglesia con Cacho. Yo hice silencio, pero Cacho...
Madre_ ¿Qué hizo?
Javi_ ... bochinche, Je Je Je (explicación acompañada del triste gesto que corresponde a estos chistes: los dedos pulgar e índice en forma de “C” al revés, moviéndose aleatoriamente de adelante hacia atrás).
La escuela fue una fuente inagotable de situaciones jocosas, hilarantes, y de diversiones a granel. Particular colegio el Nubarian, donde la gradación de valores era la siguiente: la mensualidad de los estudiantes (que si no era pagada con exacta puntualidad daba lugar a un proceso ante la Corte de La Haya), el Bodrumian (paradigma del director gordo que se hace el malo y es un ladrón), el odio a todo lo turco, las baldosas, vidrios y demás infraestructura y los estudiantes (sobre todos los no armenios).
Allí el connotado homenajeado encontró su gran pasión, la lectura y su primer amor:
Javi_ Laura tengo un regalito para vos...
Laura_ ¿Es la Barbie que yo quería?
Javi_ Mucho mejor (le da el regalo y ella lo abre)
Laura_ Ah... qué... lindo. ¿Qué mierda es?
Javi_ Es la colección de grandes poemas de Francesco Petrarca. El padre de la trovadoresca italiana. No me digas que no lo sacás!!!
Laura_ Javi, tenemos nueve años, no te parece mejor que me invites con unos caramelos...
Javi_ Te parece jugar un juego. Dale elegí uno...
Laura_ Está bien. ¿Vos querés ser doctor cuando seas grande, no? Porqué no vamos atrás del arbolito y agarrás un poco de experiencia
Javi_ No, yo quiero ser doctor pero en derecho, no me gustan las ciencias duras. Si querés podemos ir a biblio...
Laura_ No, pedazo de.... (resignada) Elegí algo vos...
Javi_ Cerremos los ojos (lo hacen) e imaginémonos en una isla “solos, consternados, rabiosos, como si esta muerte fuera uno de los absurdos...”
Abre los ojos y no ve a su novia, la busca y la encuentra atrás del limonero con Orlando, el chico que se bañaba dos veces por mes y que nunca sacó más de un cinco en nada. Se dirige hacia ellos con vehemencia y le increpa al chico el insulto más gravoso que se le ocurrió:
Javi_ Pusilánime!!! Cómo osas denigrar mi persona de forma tan pueril!! Y vos, maldita golfa!!!
Orlando_ ¿Qué decí, vo, que te creé que só, te puse uno’ cuerno’ ma’ grande que los de un elefante! (lo pecha y Javi trastabilla. El tipo tenía como tres años más que nosotros, era un aparato)
Javi_ Los elefantes tienen colmillos idiota... Maestra , maestra!!! (se acerca Elsa, que medía medio metro menos que cualquiera de la clase) Orlando, está profiriendo zahíres incompatibles con mi dignidad. Exigo el derecho de retorsión.
Otro hecho escolar de gran relevancia fue la grandiosa obra teatral que en quinto año protagonizamos en la cual Cervantes escribía el Quijote en un pizarrón de tiza de 25 por 10 cm. y se hacía amigo de unos prisioneros armenios en Turquía, obra que terminaba (de la nada) con todos juntos (el virrey esclavócrata, sus asistentes, Cervantes y los prisioneros armenios) bailando una danza armenia (quería ser una obra seria, no era en joda). Duraba más de dos horas y Javi tenía un papel preponderante: decía cuatro palabras. Lo más destacado era el virrey, un gran actor que recibió un merecido destaque:
Directora del Nubarian_ Un aplauso para un gran actor que va a recibir un merecido destaque, el virrey, pase... (aplausos a mansalva)
El “virrey”_ Gracias. Se lo dedico a Dios, que hace todas las cosas posible, a mis fans que son el pan de los artistas, a la Yoselin y al Jesti (se quiebra) que me miran desde el cielo (se vuelve a quebrar) mis dos mejores mascotas y quiero compartirlo con mis actores de reparto, que hacían lo que tenían que hacer para que yo me luzca, se lo merecen... aunque no tanto como yo. Gracias... totales!!!!
El fanatismo de Javi por la literatura llegó a ribetes inusitados para un chico común y corriente de la vecindad. Su aprecio por las formas de la literatura medieval- renacentista era puesta de manifiesto en cada ocasión donde la palabra escrita se hiciera presente. Ejemplo de ello lo encontramos en la presente nota que escribiera a su profesor de gimnasia justificando su ausencia a la última clase:
“Estimado instructor:
Remito este opúsculo en pos de manifestar de forma insoslayable el pesar que me acongoja por el mío desistimiento a su cátedra próxima pasada. Mas no fue mi verecundo espíritu, el cual se encuentra invadido por muy irascible desengaño ante tamaña falencia, el precedente lógico-inmediato-causal de mi omisión, sí empero el cruel legado de la oprobiosa ‘influenza’ que continúa azotando los espíritus saludables, como lo fue el mío hasta la antedicha ocasión. Sin más, brego por su entendimiento y disculpas. Agradeciendo la atención dispensada le expreso mis más sinceras bienaventuranzas y salutaciones.
Suyo en la salud y enfermedad
Atte. Javier P.”*
* Lo que quiso decir esta carta era: “Profe, no pude ir la última clase por que tuve una gripe del carajo. Si encarás un poco me vas a sacar la falta. Nos vemo’.”
Y en una caminata por esa gran pequeña calle (Gallinal) de forma incompatible con el amanzanamiento del resto de Montevideo, se cruzó con un flechazo, un balazo furibundo, como el de Batlle y Ordoñez a Beltrán, como el balazo de Fernando Peña, era el amor que estaba tocando a su puerta. Y él le abrió:
Joana_ Hola ¿cómo...
Javi_ No, gracias, no quiero ser testigo de Jehová.
Joana_ No, no es eso.
Javi_ Tampoco me interesan esos de remar, del clínicas o de ninguna Ong. ¡Faloperos de mierda!, si quieren guita que laburen, qué se hacen los pobrecitos si se la gastan toda en papusa...
Joana_ No, no. Yo vivo acá a la vuelta y te veo pasar siempre y me gustaría saber si querés, no sé, salir a algún lado, algún día...
Javi_ Está bien. Te paso a buscar cuando termine de leer el “Poema del cante jondo” de García Lorca.
Así empezó una relación que ha perdurado la crisis de dignidad del homenajeado en el Congreso Internacionl de Derecho Privado de Punta del Este, la crisis de cátedra que lo llevó a desistir de continuar haciendo derecho y la crisis bancaria del 2002. El amor todo lo puede, no tiene medidas y bla bla bla, todas esas frases hechas que se dicen y que no dicen nada, de las cuales descreo totalmente (no hay sustento científico que las haya demostrado y por lo tanto son ficticias, lo mismo pasa con Dios, el alma, Gonzalo Aguirre) pero que al ver una pareja como esta se hacen realidad.
Muchas son las “acnetodas” de Javi en Facultad, a ello ya hemos dedicado varias instancias de esta página, pero quiero recordar una que tiene la peculiaridad de ser uno de los dos o tres chistes buenos que Javi hizo (estimo, en toda su vida):
(Estaban próximas las elecciones internas del 2005. Diego M., Javi P. y Fede B. caminan delante de Biblioteca Nacional y ven un grupo de personas colocando redes, como si fueran a encerrar a alguien dentro)
Fede_ ¿Qué estarán haciendo estos tipos?
Javi_ Es el partido colorado tratando de recuperar votantes. (chiste magnificado por la expresión de Diego M. en su rostro).
Por último quiero transcribir una parte de la última conversación larga y profunda que mantuve con el homenajeado al enterarme de su retiro de la facultad:
Yo_ Javi ¿es cierto....
Javi ¿Lo que?
Yo_ Que la “escribana” es un tipo. ¡Qué va a ser! Que dejás la facultad.
Javi_ Si, pero está todo bien...
Yo_ No, no está todo bien!! Qué va a pasar con nuestros planes. No vamos a vengarnos de los turcos, ni a proscribir el partido colorado y al nacional. Si el problema son los otros yo te dije que tenemos que complotarnos y hacer que ellos se peleen, yo lo puedo hacer solo si no te animás, conozco patovicas, policías corruptos...
Javi_ No, no es eso. Quiero de dedicarme a mi vocación...
Yo_ ...tirar la guita que gana tu viejo en “obras completas”...
Javi_ No! Bueno, algo así, ser profesor y escritor. (un largo silencio) Hola... Hola, estás?? Escuchás?
Yo_ Disculpa, me estaba cagando de la risa. Aguantáme diez minutos que termino y seguimos.
En fin, no queda más que concluir esta breve reseña de un grande que (ahora un poco en serio) ya se lo extraña mucho y se lo seguirá extrañando pero seguramente nos seguiremos viendo. En caso contrario te deseo toda la suerte, que no la necesitas porque sos un gran tipo y un zarpado de las letras, el ronaldinho de los arcaísmos y siendo como sos te van a pasar muchas más buenas que de las otras. Solo podemos pedirte una cosa: pagále la batería de celular a Diego. Un abrazo a vos; y a los demás lectores el deseo de bonanza y prodigalidad pergeniado en tu honor y nombre: POLATIANIDAD!!!!!!
