El hombre más ocupado del mundo

Propongo hacer llegar al director del Libro Guiness de los récords, Jedson Carrillo, este comunicado manifestando la existencia de un nuevo récord guiness.

Se trata de un uruguayo, un estudiante, un colorado; un conocido y querido colega nuestro, el hombre más ocupado del mundo: Diego M.

Este informe detalla con precisión tal pretensión.

Este es el día normal de este sujeto:

06:00_ Se levanta (ya vestido porque sino no le da el tiempo) y toma el café que se preparó la noche anterior (porque no le da el tiempo para calentárselo). Se lleva algo para comer en el auto y cepillo y pasta de dientes para cepillarse en algún semáforo.

07:00_ Llega al Juzgado. Simula ir al baño para leer algo o estudiar para algún parcial.

12:00_ Va a facultad. Almuerza, saca apuntes y hace el balance de los super, todo a la vez (diez minutos cada cosa, de forma aleatoria).

16:00_ Vuelve a trabajar, ahora a los super. Insulta a los empleados por su incompetencia, registra las entradas de mercaderías y ainda mais.

20:00_Se reúne con la juventud del partido colorado (que deben ser Abdala y García Pintos). Se duerme una siesta mientras Bensión justifica su ministerio.

22:00_ Vuelve a los super para hacer el arqueo de caja.

00:00_ Vuelve a su casa para garantir su existencia.

00:30_ Ve a su novia, por no más de 20 minutos (sino, no le da el tiempo).

00:01_ Vuelve a su casa. Se prepara el desayuno para la mañana siguiente, mientras come un refuerzo bajo la ducha se baña y se pone la ropa para el trabajo, con la que se acuesta, porque sino, no le da el tiempo.

Conclusión: Está en actividad 18 de las 24 horas del día. Hecho que es impensable para el hombre medio uruguayo, que trabaja efectivamente 4 horas y el resto se queja (si son sindicalistas trabajan 2, boludean 3, se quejan hasta la sexta y a la séptima hacen paro).

Stephen Hawkings no encuentra una fundamentación científica que justifique que con esta intensidad se haya sobrevivido más de cinco días. Nicolás Cotugno ha encargado una investigación sobre la presencia de estigmas en el cuerpo de Diego M. ante la posibilidad de una encarnación mesiánica. Gamarra se limita a decir que está en desacuerdo con Peirano. Todo parece indicar la naturaleza mitad humana, mitad deítica del antedicho sujeto. Ante tal argumento Maradona va a iniciar acciones legales reclamando apropiación de la identidad bajo la siguiente argumentación: “Dio’ soy yo. Yo tengo la mano del ‘barba’ y Dio’ hay uno solo. Me equivoqué y pagué pero mi Dio’ no se mancha. Porque yo soy el Dio’ de los argentinos... los amoooo argentinooooossss...”.

Solo hay una conclusión irrefutable: el tiempo no plada, perdón, no para.