En tiempos de Viveza Alarmante y Pladismo, vale la pena detenerse un segundo para recordar a la Polatianidad y su entrañable creador, Javier Polatian.
Esta foto, tomada en una de las fiestas del Congreso de Derecho Privado de Punta del Este en Octubre de 2005, es una rareza: Javier aparece totalmente desencajado, languideciendo en un estado de ebriedad que abandonaría al día siguiente. Esta es la observación más superficial que puede realizarse.
Pero si seguimos las enseñanzas polatianas, si vamos un poco más allá y apuntamos a la profundidad, se aprecia algo que no es para nada extraño: nuestro gurú mantiene su rectitud aún estando alcoholizado (su pose angelical es lo más parecido a Heidi buscando a su abuelito o a Lassie reposando en una verde pradera que la comunidad armenia jamás haya visto).
Y si vamos aún más allá, casi como solo Polatian puede hacerlo, advertimos que Javier había abandonado la Facultad dos meses antes del Congreso, pero igual estuvo ahí con nosotros, como si nunca se hubiera ido. Y es que nunca se fue.
Lo que es ser grande!!!!!!!!!! Otros en similar estado aparecen como la más baja expresión de la decadencia humana. Pero este ejemplar probo y estoico, siempre cae parado. Es un documento que por un lado marca la adebacle de la polatianidad, de la que como se sabe, me he apartado, pero no dejo de estimar. Por otro lado, demuestra lo que es ser un grande de verda´. Mezcla de Jose Luis Damiani y Franz Kafka, nuestro querido Javi es y será por siempre un ejemplar único. Que nunca falte...
Muy buenas tus palabras!! la verdad que es así!!! les cuento que aunque el no esté en la facu aún, siempre los recuerda, recuerda anécdotas y se mata de risa. Besos. La novia del POLATA!
Cómo se te extraña Polatian...
7 Comments:
En tiempos de Viveza Alarmante y Pladismo, vale la pena detenerse un segundo para recordar a la Polatianidad y su entrañable creador, Javier Polatian.
Esta foto, tomada en una de las fiestas del Congreso de Derecho Privado de Punta del Este en Octubre de 2005, es una rareza: Javier aparece totalmente desencajado, languideciendo en un estado de ebriedad que abandonaría al día siguiente. Esta es la observación más superficial que puede realizarse.
Pero si seguimos las enseñanzas polatianas, si vamos un poco más allá y apuntamos a la profundidad, se aprecia algo que no es para nada extraño: nuestro gurú mantiene su rectitud aún estando alcoholizado (su pose angelical es lo más parecido a Heidi buscando a su abuelito o a Lassie reposando en una verde pradera que la comunidad armenia jamás haya visto).
Y si vamos aún más allá, casi como solo Polatian puede hacerlo, advertimos que Javier había abandonado la Facultad dos meses antes del Congreso, pero igual estuvo ahí con nosotros, como si nunca se hubiera ido. Y es que nunca se fue.
Salud y más que nunca: POLATIANIDAD!!!!!!!!!
ehh?
no entendíí
Lo que es ser grande!!!!!!!!!!
Otros en similar estado aparecen como la más baja expresión de la decadencia humana. Pero este ejemplar probo y estoico, siempre cae parado. Es un documento que por un lado marca la adebacle de la polatianidad, de la que como se sabe, me he apartado, pero no dejo de estimar. Por otro lado, demuestra lo que es ser un grande de verda´. Mezcla de Jose Luis Damiani y Franz Kafka, nuestro querido Javi es y será por siempre un ejemplar único. Que nunca falte...
aún no comprendo!
besoo
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SHAPOO polatian
Muy buenas tus palabras!! la verdad que es así!!! les cuento que aunque el no esté en la facu aún, siempre los recuerda, recuerda anécdotas y se mata de risa.
Besos. La novia del POLATA!
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