lunes, julio 11, 2005

Zorrilladas

Sería una falta de respeto corregirle la plana al gran maestro Diego Marcelo, por lo que publico su irrebatible artículo tal como llegó a mi casilla de correo. Enhorabuena Diego. Salú.
ZORRILLADAS

Normales son las inmerecidas idolatrías televisivas de la contemporaneidad. Demostrarlo parece innecesario. De todas formas para hacerlo elegí un ejemplo extremo, que no sólo confirma sino también asusta.

La admiración conoce muchísimas razones. A título de ejemplo: belleza, ingenio, simpatía, carisma, sapiencia, humor. La esencia del tema que tratamos está en no extender esa lista mucho más allá. No hay porqué agregarle otras condiciones menos glamorosas, llámense idiotez, senilidad o representatividad (asignar valores y fuerzas extrínsecas a lo intrínseco).

Dicho de otro modo, que yo sepa no hay motivo para ver en aquello que es cosas que no lo están.
Más grave aún cuando esa forma de ver las cosas no nace por iniciativa propia, sino que es impuesta. Digo esto porque es de constatación evidente que el pueblo uruguayo sufre el escarmiento continuo de los medios de opresión-comunicación; medios que nos quieren hacer creer que China Zorrilla es una gran artista.
Jurando luchar hasta la muerte contra ésta y similares patrañas es que escribimos el presente artículo- manifiesto.

Es alarmante la inusitada difusión de lo que, a mi mediocre entender, es una figura circense, la “Doctora en Opinología y Ciencias afines a la Figuración” China Zorrilla. Resulta inaudito, fatigoso ver y ver a dicha señora en constante deambular por estudios de televisión y homenajes, charlas y brindis, etc y etc. En todos estos ámbitos la señora es tratada con respeto y admiración. Contrariar los inmerecidos honores no es ardua tarea, sino que surge espontáneamente del sentido común.

Entendámosnos, después de todo ¿qué tan buena puede ser una actriz de teatro?, siendo más áspero: ¿Qué tan buena puede ser una actriz uruguaya? En todo caso si la película o la obra son buenas el mayor mérito es del escritor, y en menor medida del director. Los actores no son más que eso, figurantes, representantes, instrumentos. Por supuesto que no podemos negar cierto aporte, pero tampoco vamos a sobredimensionarlo. Además es obvio que China Zorrilla no es Meryl Strip o Julia Louis-Dreyfus.

Por otro lado, mientras el mundo se desgarra la señora octogenaria nos pasea ingratamente durante horas por las vanas vicisitudes de su dilatada vida. De toda esa vida no se extrae ninguna reflexión, ninguna moraleja, ningún mérito; que se presuponen ante cualquier artista. El único producto de esas décadas es la presencia arrugada y senil que se apachurra en los sillones.

Entiendo y acepto que probablemente no vi sus épocas mozas, allá por los cincuenta, en el apogeo de los cines y boliches montevideanos. Probablemente no la vi cuando le imprimía un toque lesbianesco a “En busca del tiempo perdido”.

Pero sí fui, soy y espero no seguir siendo, testigo de esta China Zorrilla que derrama lástima por las bambalinas de ambas orillas. Sinceramente a las telenoveluchas donde se ha desenvuelto le veo poco de valor. Además es claro que en estos últimos años, en sus actuaciones, siempre hubo un común denominador: siempre interpretó el papel de vieja chota. Más o menos gritona, pero siempre vieja chota. (Para una mejor comprensión del concepto son de invaluable valor los nunca suficientemente ponderados artículos del director del blog sobre estos viles personajes).

Este tema quizá sea por aquello de que los actores no crean personajes sino que hacen aflorar personalidades propias. Si esta tesis es la correcta, sostenida en nuestro derecho por Amilcar Bustamante Umpierrez, se confirma una corazonada personal: China Zorrilla es una vieja chota. Comparte mi opinión la mejor doctrina nacional.

Lo único que puede salir en su defensa es su apellido, y hasta ahí nomás. Entrar en el tema ya es más arduo, y sería un sacrilegio en una sociedad que no permite mirar humanamente a sus idolatrías.

Ahora bien, estudiemos la calidad artística-actoral de Zorrilla. Al respecto tres opciones: o es la mejor actriz del mundo; o es la peor actriz del mundo; o (tercero) es una del montón.
La primera hipótesis la descarto apriorísticamente por un tema de sentido común. Entre las dos últimas opciones siento cierta inclinación hacia la tercera. Quizás la segunda hipótesis sea válida para ciertos esquemas de cine. Por ejemplo para el cine pornográfico, donde sin lugar a dudas la señorita China Zorrilla sería un fracaso de taquilla. Tampoco la veo haciendo Westerns, por el simple hecho de resultar inconcebible el binomio China Zorrilla- caballo, o (algo más abstracto) China Zorrilla – animal con sentimientos.

Ahora bien, para el resto del espectro temático, sostengo y afirmo dogmáticamente que China Zorrilla es una actriz del montón. Pero lejos de resolver el problema, recién lo vislumbramos. Es decir, si es una actriz del montón, ¿por qué tanta bulla?
Las respuestas me son esquivas. Ensayos de ellas a continuación.
a) La referida actriz es requerida constantemente en programas de TV porque responde a sus
invitaciones regalando a sus anfitriones obras de su padre, el escultor Zorrilla de San Martín.
b) China Zorrilla es la cabecilla de alguna sociedad ultrasecreta de oscuro y gran poder, sociedad con la cual los conductores de programas y gente del ambiente artístico quiere congratularse. Buscando su simpatía es que la invitan a sus shows.
c) Sergio Puglia es un gerontofílico y siente atracción de tipo sexual hacia ella. Con esta hipótesis se explica alegre y eficazmente la tediosa y asidua concurrencia de la dama al programa de la gorda.
d) La divulgación de su figura se ha vuelto una costumbre del Derecho del Espectáculo, alcanzando la jerarquía de norma consuetudinaria.

e) (en realidad una variante de -a- ) China Zorrilla le teje un pulóver a cada persona que la menciona.
f) China Zorrilla es la molesta madrina de muchos personajes importantes del ambiente. Éstas pobres almas se ven obligados a referirse a ella y agradecerle inventadas virtudes. Un madrinazgo siniestro acosa a los conductores.

g) (variante de –b-) China Zorrilla realiza una secreta campaña política en los medios de comunicación masiva. Para solventar la misma ofrece dádivas y cargos hipotéticos en burocráticas administraciones.

h) Por aquello de que la verdad surge de la oposición de contrarios (la verdadera historia de Napoleón no es la que cuentan los franceses, tampoco lo es la que narran de aquel los ingleses; si hay alguna verdad se encuentra entre ellas).
Concretamente, China Zorrilla aparece para mostrar la opinión de un importante sector demográfico: los idiotas. Oponiendo su opinión a otras racionales surge una noticia completa.

Con las manos vacías pero ya con la mente podrida y llena de odio es que a modo de conclusión decimos que la dictadura mediática de China Zorrilla debe acabar y en pos de ello trabajaremos desde éste medio.

Serán bien recibidas en nuestra redacción todos los comentarios alagatorios o confirmatorios. Advertimos desde ya a los eventuales refutadores que sus minutas no serán publicadas. Nuestra publicación se ríe de la falacia del periodismo objetivo y, por qué no, del periodismo en general.

2 Comments:

At 21/7/05 23:48, Anonymous Anónimo said...

Nunca una gota de agua llegaría hasta tu escrito, porque los paraguas los abrís para todos lados y en posiciones estratégicas, rescato eso y algunos puntos que me hicieron reir... pero así como expones ideas nuevas y sorprendentes también caes en la chiquita y en lo que dice hasta el almacenero.. eso hace caer el escrito... no lo levanta ni las palabras complicadas que usas...
Saludos

 
At 4/8/05 01:51, Anonymous Anónimo said...

solo queria agregar que china tiene mucha fama pero nada mas, recibe premios por hacer nada, ah y puglia es putaso asi que no creo que la invite porque siente algun tipo de atraccion sexual.

 

Publicar un comentario

<< Home