sábado, junio 23, 2007

Otro tema trillado. Parte II




Gillespie culmina su excelsa reflexión sobre la amistad entre el hombre y la mujer, estudiando la etapa de la juventud y la madurez.


Serie misterios revelados II


La amistad... ¿entre el hombre y la mujer?


SEGUNDA PARTE.


Juventud y madurez


La revancha


En la primera parte de la serie misterios revelados desarrollé la posibilidad de amistad entre el hombre y la mujer durante la niñez y la adolescencia, quedando pendiente para esta segunda entrega, lo que acontece en la juventud y en la madurez. A continuación, con la seriedad y el rigor académico que me caracteriza, intentaré darle algunas pautas para que comprendan mejor esta confusa situación. Los hombres, que la han pasado mal en lo que abarcaba esa primera etapa, van en busca del desquite. Aquí hay que tener en claro que en el nuevo enfrentamiento las mujeres seguirán con su misma táctica pues le ha dado buenos resultados: siempre a la defensiva, algún que otro tapón de punta y ante cualquier descuido, salir de contra para embocarte con el reproche. Un consejo para los machos, ni se les ocurra decir que el gol de visitante vale doble (si las chicas no lograron entender todas estas figuras futboleras, mejor) .


Terminado el colegio secundario unos optarán por estudiar, otros por conseguir un laburo. Aquellos que ingresan a la facultad o a alguna carrera de nivel terciario lo harán no sólo para cumplir con su vocación sino fundamentalmente por el mero hecho de conocer mujeres (en el caso de los hombres) u hombres (en el caso de las mujeres)… o mujeres (en el caso de otras mujeres) u hombres (en el caso de otros hombres). Es probable que los dos últimos grupos, de enorme reconocimiento en la actualidad, puedan pasar desapercibidos. Aclaración: En circunstancia de tener una pareja establecida antes a ingresar a la casa de estudios de ninguna manera modifica la intención previamente mencionada.


Por experiencia –aclaro que de terceros-, en la facultad, como en La Rural, se ven mucho las "guampas". Que venite a estudiar a casa, que voy a la tuya, que hoy mejor nos quedamos repasando hasta tarde, que servime un mate, que si tomamos de la misma bombilla voy a saber tus secretos, que para vos no tengo ninguno, que nos tiramos a leer un ratito en la cama, que dirá tu novia, ay, qué situación incómoda… si vos vas arriba yo me siento más cómoda. Dos días después en el práctico de Historia Medieval: Ella: Hola, ¿no? (con cara de profesora solterona de matemáticas) Él: ¿Cómo te va? (displicente). Ellam Como querés que me vaya, ayer ni me llamaste (en actitud Marcela Tauro) Él: ¿Te tenía que llamar por algo? (sorprendido) Ella: Ya te olvidaste lo que pasó en casa (sacada como Esther Goris) Él: No, pasó lo que pasó… pero todo bien. Seguimos siendo amigos… en eso quedamos, creo. A no confundirse hombres, en eso quedamos NOSOTROS, ellas –como el “cassette” de los jugadores de fútbol o de los políticos- siempre van por más.


Es hora de entender que las dulces damas llegaron a este mundo para que les hablemos, no les basta que las quieran, necesitan oir que las quieren. Oralidad, señores, ¡oralidad! En cambio, si tienen un hombre al que sólo quieren como amigo, sin animarse a pasar la raya, lo que generan es sacar de ese pobre amiguito lo peor que lleva dentro, como por ejemplo la hipocresía, porque si ella lo llama para contarle sus problemas con el novio, el cual no se compromete con la relación y está todo el día con los muchachos, debe escucharla y darle unas palabras de aliento cuando en realidad está convencido que el que tiene razón es el novio. Por eso, a los 21 años la estadística marca: -Mujeres que no aceptan la amistad= 9% -Mujeres que aceptan la amistad= 77% -Mujeres que aceptan la amistad con sexo= 14 % -Hombres que aceptan la amistad con sexo= 98% (el 2% restante no cree en ningún tipo de amistad).


En los laburos privados pasa exactamente lo mismo, van a ganarse el mango y minas. Pero aquí tratan de cuidarse un poco más, no se olviden que está en juego el despido en caso de desencadenarse un escándalo. En la repartición pública, en cambio, todo es un quilombo. Les va quedando claro que, ya desde jóvenes, en el llamado sexo débil la posibilidad de amistad con el macho es posible, en cambio para el hombre pueden ser amigas, conocidas, novias, compañeras de laburo, compañeras de estudio, pero ante todo son namis, a las que les aceptan que hoy ocupen lugares y posiciones importantes en la sociedad… aunque para ellos el mejor lugar siempre es la cama y la mejor posición, acostadas (o como les guste). A partir de los treinta años la cosa pasa por otro lado. Algunos ya están casados, otros separados y los más felices siguen solteros. La mujer que está sola sigue buscando el hombre dulce (o sea que cuando la lleve a comer no pijotee y pida postre), contenedor (o sea que tenga casa o departamento propio), inteligente (o sea que sepa manejar un auto alemán o nacional 0 km.) y seguridad (o sea que en verano la lleve a Punta del Este o al Caribe donde el índice de delitos es bajo). El hombre, por su parte, sigue buscando a la que está más fuerte.


Otra situación que les quiero comentar se me ocurrió hace un rato a partir de una frase muy usada por amigos que acostumbran volar aeroplanos (por eso del ascenso y descenso de acuerdo a la temperatura del aire): “El carancho te marca la térmica”. Ejemplo: Con tu pareja concurrís a un cumpleaños donde está tu amiga de toda la vida, esa que realmente querés y que por supuesto tratás mejor que a tu prometida (que la odia, un clásico) quien enseguida te dice: "Ahí está ESA, tu amiguita del alma… se hace la mosquita muerta y está recaliente con vos". Y vos reflexionás: ¡Epa! ¿Cómo? La verdad que Carla siempre me gustó pero nunca me animé a nada por miedo a rebotar y mirá, ahora mi mujer, sí mi mujer… sí, el carancho, es la que me viene a avivar. Si ella te lo marca, estampale la firma que es así, las mujeres en esto no se equivocan. Por eso a los 34 años la estadística indica: -Mujeres que no aceptan la amistad= 9% -Mujeres que aceptan la amistad= 75% -Mujeres que aceptan la amistad con sexo= 16 % -Hombres que aceptan la amistad con sexo= 99% (un 1% maduró y comenzó aceptar la amistad).


Voy a terminar esta exposición como finalicé la primera:La amistad es MACHO con macho y HEMBRA con hembra... y se acabó. Que a nadie se le ocurra pensar que es una mirada machista del fenómeno. Sí, hay puntos de vista propios (soy hombre) pero me he tomado la tarea, pese al frío, la niebla y la hora, de elaborar este trabajo estadístico en los lagos de Palermo durante seis noches seguidas y los resultados arrojados indican que la mayoría de las encuestadas piensan eso… y si no me creen pregúntenle a Florencia de la V o a Abigail Pereyra.

7 Comments:

At 24/6/07 16:06, Anonymous Anónimo said...

La amistad entre el hombre y la mujer no es otra cosa que el amor a medio camino. No es cálida fratenidad ni compañerismo; es puro amor, amor genuino, amor cautivador, romántico amor, amor en serio. Es el mismo sentimiento, pero con fronteras más cercanas. Es un pacto tácito entre dos personas que se gustan lo suficiente como para pasar tiempo juntas, pero no para compartirlo todo. Es el amor sin pasión, es un idilio cojo, un romance con muchos “pero”, un amorío vestido de tía.

Y son estos mismos efímeros bordes los que ponen la relación en peligro. El amor entre el hombre y la mujer es una unión amenazada por el tiempo, por la crisis permanente de sus miembros. Porque no elige los mismos amantes la mujer adolescente que persigue donjuanes, que la treintañera buscando un compañero.

Es cuestión de suerte o de azar, pero siempre existe la posibilidad, de que aquel amigo que ayer era demasiado inmaduro o aburrido, hoy sea absolutamente perfecto.

http://bestiaria.blogspot.com/

 
At 25/6/07 00:03, Anonymous Anónimo said...

Puucha

 
At 25/6/07 00:35, Anonymous Anónimo said...

EL texto está muy bueno.
Gran aporte y selección.
Ahora, con respecto a la foto... voy a pedir que sea suprimida...
Evidentemente fue tomada de una revista de los testigos de Jehova. y viendo sus conceptos conservadores sobre la vida sexual entiendo que no pega con lo que piensa el loco Gillespi este (que es lo que pensamos todos menos los testigos de jehova)

 
At 25/6/07 14:08, Blogger El Pato said...

"Una cosa de locos" su aporte anónimo, "cinco bellezas". Me da curiosidad saber quién es usted. Si puede y quiere hacerlo, devele su identidad. En cuanto a la foto, querido diego m., su queja era justamente la idea. Saludos.

 
At 2/7/07 08:37, Anonymous Anónimo said...

la amistad entre el hombre y la mujer es algo dificil de conseguir, pero esto no significa que sea imposible. Que uno no la conozca no significa que no exista.
Siguiendo un poco con la teoría de uds en la parte I, que pasa si las dos personas son feas, (por lo tanto no sienten atracción fisica alguna entre ellas)? y las únicas intenciones que tienen son las de compartir momentos con una persona del sexo opuesto que tiene visiones, experiencias y vivencias diferentes a las personas del mismo sexo, por lo que a veces es interesante y se nos hace necesario buscar a esas personas, ya que la mayoria del tiempo se comparte con personas del mismo sexo.
Con esto no digo que sea fácil, es más, confieso que yo no la pude encontrar todavia. Para lograrlo hay que eliminar toda atracción fisica que se tiene por el otro. Pero en el proceso de conocer a la otra persona, y verse reflejado en el otro, puede llevar a que se sienta una atracción por ese amigo que se podra convertir en una futura historia. Esto es natural y no quita la existencia de la amistad, o nunca les paso conocer a alguien que es atractivo pero su belleza fisica se la limita su personalidad y viceversa, la personalidad de una persona tambien puede influir en su belleza exterior. Nada mas, (por ahora)

 
At 4/7/07 19:13, Anonymous Anónimo said...

a anónimo: ¿usted consume drogas?

a pato: sigo esperando que cambies la foto...

a cabo: enhorabuena tu comentario pibe. pero la verdad no creo mucho en eso de la belleza interior. estamos condenados maldita sea. a lo sumo ciertas formas de ser de ciertas minas le meten más o menos onda. nada más.

 
At 8/7/07 20:32, Blogger Daniel said...

A PATO: "Ahí está ESA, tu amiguita del alma… se hace la mosquita muerta y está recaliente con vos". Y vos reflexionás: ¡Epa! ¿Cómo? La verdad que Carla siempre me gustó pero nunca me animé a nada por miedo a rebotar y mirá, ahora mi mujer, sí mi mujer… sí, el carancho, es la que me viene a avivar. ¡GENIAL!
A CABO: (jajjaja acabo entendes??) bueno, ahora en serio. si los dos son feos, es facil: se consuelan mutuamente.

 

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