Hasta siempre, chau y gracias

Decidí retirarme de la organización de partidos de fútbol 5 para siempre. Fue una decisión difícil, pero la situación no daba para más.

Ya no sentía esas ganas de agarrar el teléfono y llamar a los jugadores o reservar la cancha. El tubo pesaba kilos. Las preguntas de mi familia, esos "hoy también fútbol 5? Mirá que tu tía está internada y hoy te toca cuidarla" que antes salían por una oreja y entraban por la otra, hoy son puñales al corazón. No puedo dejar de lado a mis seres queridos, a los que están conmigo en las buenas y en las malas, no solo cuando el partido sale bien o la cancha es barata.

Además, la actividad hasta hace poco era limpia, honesta, por amor al deporte, pero ahora hay cosas que me hacen pensar. Y mucho. El celular se manchó señores. Algún día contaré a lo que me estoy refiriendo. Por ahora prefiero guardar silencio.

Sé que quienes vienen atrás están en condiciones de continuar mi obra igual o mejor que yo. Mi discípulo Andrés Gomeza tiene la experiencia que adquirió a mi lado y la fuerza que yo perdí. Sin dudas será un gran organizador de partidos de fútbol 5.

Eso sí, ¿ven la foto? Ese soy yo (con un traje que Javier Polatian usó en una kermesse del Armenio y se lo pedí prestado para la ocasión), llevado en andas por Elbio Guaske (pelado por culpa del tratamiento para recuperar el tendón maldito que lo alejó de las canchas), custodiado por el policía ex compañero de Privado 1 (roba con los 222, por eso está más gordito y bonachón), cerca del padre de Beto Baroffio (que grita porque la vieja Pasada de Internacional Público le está tocando el culo mal), el Ñol Solano, el hijo de la asistente de Rossi, Michael Jackson y Sebastián Goday (solo se le ve la nuca). Me voy por la puerta grande, entre la gente que me agradece los grandes momentos que les hice pasar en los distintos céspedes sintéticos de Uruguay y el mundo. Dejo la organización de partidos de fútbol 5 antes de que la organización de partidos de fútbol 5 me deje a mí.