viernes, junio 12, 2009

La patria depresiva


Por momentos parece no haber estímulos. Uno deja de ansiar cosas. El amor no es correspondido. No hay esperanza. La rutina no lleva a ningún lado. No pasan nada en la tele.

Si siente esto un día en dónde, según el horóscopo que da Verónica Lavalle, tendría que ser feliz y conseguir un ascenso, tenemos un problema.

Si las mismas cosas lo atormentan por un período más o menos largo de tiempo ya el problema es usted.

Desde este espacio no proponemos la consulta con un psicólogo porque aquí no creemos en ellos. Es decir desconfiamos y nos negamos a pagarle -así presente boleta firmada u otro título ejecutivo- a quien dice ayudarnos a saber cómo nos sentimos.

Desde este humilde espacio proponemos la solución valiente, honorable y noble de morir pegándose un tiro. Aún mejor si es usted tradicionalista e historicista y se hace un solemne hara-kiri. Eso es morir. Un tipo que dice hasta acá llegué, ya dí lo que tenía que dar, de aquí en más solo voy a dar lástima.

Señor depresivo, no espere alguna causa de muerte natural o accidental. Tiene que ser usted mismo quien ponga el punto final, y no una pandemia o la caída en el medio del Atlántico del Airbus que lo llevaba de vacaciones. Tampoco se puede permitir que su vida dependa de un automovilista borracho que lo atropelle o no, o de la diligencia de un médico del Sistema Nacional Integrado de Salud.

El suicidio es un final cierto y programado y la vida de quien se decida por ese noble camino adquiere como tal todas las ventajas de algo estructurado y preconcebido. Una novela cerrada como corresponde, sin olvidos, nada de finales truncos.

Piénselo bien. Es lo más sensato.

Si aún está en duda siga a la selección uruguaya en las Eliminatorias.

7 comentarios:

  1. Subí un post, puse "ver en una ventana nueva" y me encontré con esta joyita.

    Lo curioso (iba a decir gracioso pero no es gracioso, gracioso es lo que pasó en la transmisión de Venezuela vs Uruguay desde el segundo gol oriental hasta el final, eso es gracioso) es que mi post hablaba más o menos de lo mismo que habló Diego M. QUÉ LOCO, ¿¡¿¡¿¡¿¡¿NO?!?!?!?!!!!!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    Quedará para otra ocasión.

    Celebro la vuelta de Diego M. y espero que sus intervenciones en este blog sean cada vez menos esporádicas.

    Posdata: Lo de Venezuela vs. Uruguay lo pueden ver en este video (minuto 3.34 en adelante) y los incidentes que dieron lugar a ese momento histórico de la televisión uruguaya en este otro video

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  2. Más allá de la jugada maestra del destino (?) narrada en el comment anterior, respecto del post de Diego M. puedo decir que aprecio su hilaridad (como casi siempre) pero no llego tan lejos en cuanto a la crítica a los psicólogos (por más animus jocandi que tenga).

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  3. O tal vez hay un mensaje tras el chiste que no logro captar.

    Mientras voy metiendo comentarios que veníamos cortos en ese rubro.

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  4. No hay mensajes escondidos.

    Sobre el tema de los psicólogos me mantengo firme: no sirven, son meros charlatanes.

    Todo estudiante sensato que egrese de la facultad de psicología tiene dos únicos caminos más o menos dignos:

    ser profesor de psicología (y perpetuar así la gran estafa pero por lo menos no ejercer y no ensuciarse las manos) o escribir libros de autoayuda (que también son un curro pero ta... son libros).

    PD: pato publica el post, como comentario o pasámelo por email así comparto la coincidencia.
    abrazo de gol

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  5. El post está en el límite, y juega con él..., pienso que en varias oportunidades se pasa del mismo.
    Un humor para pocos.
    Esta vez no comparto con Diego M, que en innumerables oportunidades me hizo reir, pero en el día de hoy me hizo reflexionar, de manera negativa.

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  6. me olvidé de firmar el comentario anterior.
    Bahia.

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